miércoles, 21 de agosto de 2013

LA EDUCACION PUBLICA : UN DERECHO SOCIAL DE CIUDADANIA


 
Por Victor Perez Vera. Rector Universidad de Chile


LA EDUCACIÓN PÚBLICA: UN DERECHO SOCIAL DE CIUDADANÍA
Discurso para la Inauguración del Año Académico 2013
Víctor Pérez Vera, Rector Universidad de Chile

1.- Ser estudiante del siglo XXI en la Universidad de Chile.
La ceremonia que hoy día realizamos tiene dos sentidos profundos, por un lado el acoger y dar la bienvenida a las y los estudiantes que, a partir de este 2013, pasan a formar  parte de nuestra comunidad académica y junto a ello asumen una identidad que los marcará durante todas sus vidas. Por el otro, inaugurar un nuevo año académico, y con ello la puesta en marcha de las actividades de docencia superior, investigación, creación y extensión que nos son comunes y por las cuales nos desarrollamos y nos proyectamos en la vida nacional.
Les damos la bienvenida con el orgullo de ser la universidad número 1 en el país cualquiera que sea el indicador de productividad académica que se utilice; ubicada en el número 10 en Latinoamérica, número 23 a nivel Iberoamericano, y 421 a nivel mundial, según el ranking internacional SCimago que sólo considera la productividad en investigación.
Ser una o un alumno de la Universidad de Chile en el siglo XXI constituye, a mi modo de ver, un desafío y una esperanza.
En el primer caso, es enfrentarse a una institución educativa que lucha por su excelencia en medio de condiciones adversas; una excelencia que se construye, justamente en la interacción dialógica entre académicos y académicas y estudiantes en vistas a producir el conocimiento. Pero es un reto, asimismo, para los jóvenes que también debaten su identidad entre un modelo social que concibe a los sujetos como clientes y consumidores, y las impugnaciones contra ese modo de autocomprenderse. También se encuentran en la disyuntiva de asumirse como personas que se incorporan a una Universidad pública con historia, en un momento social en que la historia, precisamente ella, comienza a borrarse de los discursos para dar paso a la inmediatez de lo desechable, de lo "nuevo" como valor más que cultural, de mercado. Por otro lado, los y las estudiantes de la Universidad de Chile del siglo XXI han nacido en medio de cambios en las tecnologías de la comunicación humana y en una creciente sociedad del conocimiento, aunque en Chile distribuidas desigualmente. Han crecido en un Chile que superó una dictadura y comenzó un proceso democratizador de las relaciones sociales y de las instituciones, pero que al mismo tiempo profundizó un proyecto neoliberal en lo económico que ha naturalizado las brechas entre ricos y pobres, y junto a ello una lógica que deriva en concebir las iniquidades como parte inevitable del sistema de desarrollo.
A la esperanza que representan, y han representado en el tiempo, los jóvenes para nuestra comunidad, la Universidad de Chile del siglo XXI responde con un significado contemporáneo al habitar el mundo de manera humana, digna y equitativa. Ello supone una lectura crítica, fundada y propositiva a los cambios sociales. La inclusión de las diferencias de género, étnicas, generacionales, entre otras desatan las viejas amarras de las concepciones conservadoras del mundo; las migraciones, los impactos al medio ambiente de las políticas energéticas, la urgente necesidad de igualdad, entre otros fenómenos demandan respuestas desde una visión de las cosas cuyo horizonte sea el respeto y la participación de lo distinto en lo universal, de una ética que promueva el bien común, la congregación en vez de la soledad personal como refugio a la desintegración de los viejos lazos que nos han tornado en humanos. 
Esta es la Universidad de Chile que hoy da la bienvenida a sus nuevos y nuevas estudiantes. 
2.- La educación pública: un derecho social de ciudadanía.
Los chilenos y chilenas nos encontramos hoy discutiendo, como no lo hemos hecho en al menos dos décadas, cómo queremos que nuestro país sea en el futuro, cuál es el Chile que queremos dejarle a nuestros hijos. 
En la superficie, lo que está en discusión es el problema de la educación pública. Pero en realidad, el problema de la educación pública es el problema de lo público de la educación, y el problema de lo público de la educación es en realidad la cuestión de cuál es la relevancia de lo público a secas.
Cuando lo que se discute es la educación escolar, el problema de la educación pública es su progresiva decadencia. Esta decadencia es un fenómeno observable desde hace ya varios años y tiene dos dimensiones.
Una cuantitativa: la educación pública (municipal), en lo que a números se refiere, está en caída libre, y 2010 fue el primer año en el que la matrícula de primero básico en la educación municipal fue menor a la de la educación particular subvencionada.

domingo, 4 de agosto de 2013