jueves, 16 de septiembre de 2010

CIENCIA POLÍTICA Y TEORÍA POLÍTICA



Gustavo Adolfo Molina P.
Doctor en Ciencias Políticas y Sociología.
Universidad Complutense de Madrid
Profesor Asociado Escuela de Ciencia Política
Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín


“Siendo el bien el fin y el objeto de todas las
ciencias y artes, el mayor bien en su grado sumo
que es la justicia, es decir el interés general,
es el fin de la ciencia superior a todas ellas,
que es la política. ”
Aristóteles (La política)


 

I.  Generalidades sobre la política y origen de la Ciencia Política. 

Históricamente la primera reflexión estructurada que se conozca sobre la política (que no de la Ciencia Política) y sus influencias en el desarrollo de la sociedad, se encuentra en los griegos.

Tanto Platón como Aristóteles se preocuparon por explicar las distintas formas de gobierno, así como por analizar la conformación de la ciudad–estado, esto es, la polis griega (sus obras más representativas en este campo son: “La republica” y “La política” respectivamente).

El interés por entender el papel que debería cumplir el ciudadano en la vida social, llevó a Aristóteles a preocuparse por estudiar al ciudadano mismo, es decir, al hombre en sus aspectos vitales.

El hombre en su vida económica, en su vida social, en su vida personal (individual) y en su vida política, son temas recurrentes en los estudios de Aristóteles.

La familia, las aldeas, el territorio, la ética, la moral, los gobiernos, las ciudades, el estado, todos son aspectos que se incluyen a la hora de comprender la sociedad griega de los siglos V, IV y III a.c.

Nace así para el análisis de la política, la idea del estado (una reflexión sobre el estado), inspirado en parte por un estudio comparativo entre constituciones políticas.

El estado será desde entonces un referente imprescindible para el entendimiento del desarrollo de las sociedades.
                                                                    
La relación sociedad – estado constituirá un objeto de estudio dinámico a través de la cual se fortalecerán las investigaciones históricas y en consecuencia la posibilidad de una mejor interpretación de los hechos que caracterizaran a sociedades posteriores.

En los romanos también será el estado uno de los temas constitutivos de los análisis políticos. En ellos, el estado asume la figura de la república y en ellos a diferencia, se entroniza una de las formas de gobierno, el autocrático.

El otro tema crucial de los estudios políticos que desde Roma se conocerá, será el del derecho y con él la figura de la ley, la norma y susanción.                                                                                                                                                                                                                                  

Posteriormente con el transcurrir del tiempo, emergerán en la sociedad medieval y en la  moderna, varias teorías políticas sobre el estado, de las cuales merecen destacarse las de Maquiavelo en Italia, Hobbes y Locke en Inglaterra y Rousseau en Francia, cada una de ellas ubicada en contextos históricos diferentes. Las obras más representativas de estos autores  serán: “El príncipe”, “El Leviatán”, “Dos ensayos sobre el gobierno civil” y “El contrato social” respectivamente.
                                                                                                                             
El estado se une con el concepto de nación (territorio unificado bajo el dominio de una autoridad) y aparece así el concepto de estado nacional, que servirá para la comprensión, tanto del medioevo como de la modernidad.

La revolución francesa de 1.789 introdujo oficialmente el concepto de democracia (diferente al de los griegos) el cual se propagó por todo el mundo y consolidó una realidad que dejaba atrás todo lo que estuviera relacionado con las monarquías y el absolutismo, evidenciando la democracia representativa y el sistema parlamentario.

El concepto moderno de democracia se entretejió rápidamente con el pensamiento liberal (en el cual se había inspirado originariamente) y aplicó para efectos prácticos en formas de gobierno que ofrecieron como resultado la aparición de las repúblicas con un claro perfil civilista, de sociedad civil, de ciudadano moderno.

Las consideraciones y preocupaciones empezaron a ofrecerse para y por las instituciones, entendiendo por ello los partidos políticos, las fuerzas armadas, la institución eclesiástica, el parlamento. En particular, las preocupaciones empezaron a ofrecerse para los gobiernos en sí mismos, a sus formas modernas: las dictaduras, las democracias liberales, las republicas, el socialismo.





La política se amplió, los temas políticos se dimensionaron en otros contextos y otras latitudes y fue así como surgió como disciplina: La Ciencia Política.

El estudio formal de la Ciencia Política, tanto en Europa como en Norteamérica.
                                                                                                                                  
Se podría indicar sin temor a equivocaciones que la Ciencia Política es una disciplina de la reciente modernidad, dejando claro por supuesto que se nutre de teorías anteriores, de pensadores y escuelas que han tenido que ver con la política.

Ya en la época contemporánea, la Ciencia Política ha venido desarrollando temáticas relacionadas principalmente con el ámbito del poder y todos sus temas derivados.

El poder, entendido como el ejercicio de la autoridad, permite distintos tipos de análisis, los cuales van desde interpretaciones epistemológicas hasta interpretaciones psicoanalíticas.

Una de las interpretaciones políticas de mayor interés, tiene que ver con la relación entre las formas de gobierno (la democracia), la organización de la ciudadanía y los mecanismos de control.

Dicho control y las formas de ejercerlo han dado lugar a explicaciones interesantes sobre la organización social, puesto que habrá controles explícitos e implícitos y por tanto poderes                                                               legalizados y aceptados y poderes ocultos e imperceptibles.

La Ciencia Política se ocupa hoy en día, tanto en Europa como en Norteamérica por las relaciones entre el individuo, el estado y la sociedad, es decir, por el tipo de sociedad característica de los tiempos actuales de fin de siglo XX e inicios del XXI, por las ideas sobre el neocontractualismo, por la reflexión sobre la pertinencia o no del estado-nación y por la redefinición de la política en la época de la internacionalización económica y la globalización.

Como se verá, estos temas son también propios de la Teoría Política, puesto que la Ciencia Política está íntimamente relacionada con ella.


II. La Ciencia Política y su evolución.

Abocada a definir un objeto de estudio propio que pudiera identificarla, la Ciencia Politica dividió sus posibilidades teóricas entre los estudios que se centraban en las instituciones de un lado, y el poder, de otro lado.

En el ámbito de las preocupaciones por el estudio de las instituciones, la que más desarrollo e importancia ha logrado, sin lugar a dudas ha sido la del estado, a tal punto que logro    constituir una teoría propia, bien sustentada desde el punto de vista histórico, descriptivo    y funcional.

Dicha teoría del estado, enfatiza en las normas constitucionales y en el ordenamiento jurídico y apunta hacia la reflexión que sobre el concepto de estado y su evolución se tiene                                                                                                                                     en las distintas sociedades, pretendiendo descubrir las relaciones entre la sociedad y sus  instituciones.

En el ámbito de las preocupaciones por el estudio del poder, las relaciones que se quieren   estudiar están centradas ante todo en el papel protagónico de los individuos, los grupos y   las naciones, y en medio de todos ellos, la idea de la interacción política.
  
“Hacia mediados del siglo XX apareció una variante importante y popular del tema del      poder en cuanto objeto de la ciencia política. Según esta concepción, el poder adquiere      significado porque conduce al control de los procesos a través de los cuales se adoptan y ejecutan las decisiones publicas. Esta interpretación penetró rápidamente en la disciplina. Se ha llegado así a la interpretación directa de la vida política como una serie de      relaciones a través de las cuales se formulan y ejecutan las decisiones o los programas      políticos. El componente del poder queda en segundo plano, como un simple factor condicionante de las decisiones”  (Easton, 1.979)

En el caso de la corriente norteamericana, los estudiosos de la Ciencia Política, han adoptado y orientado sus investigaciones hacia la política pública, dedicando sus esfuerzos a  indagar por el cómo y él porque se presenta una diferenciada tipología de las decisiones.
Las decisiones importan según ellos, porque se podría encontrar a través de su análisis, la   explicación sobre el funcionamiento de las organizaciones, llámese sindicatos, sociedades anónimas, iglesias y por supuesto el sistema político.

A pesar de constituirse en una propuesta novedosa e interesante, esta corriente parece   tener una seria limitante al separar de hecho el proceso decisional del sistema político en el que esta inmerso, aun considerándolo como lo hace, parte de su objeto de estudio.

Por lo menos así piensan los europeos, para quienes el esfuerzo por integrar los contenidos de la ciencia en una propuesta unitaria de análisis, han sido tanto o más importantes  que los que han pretendido especializarse en los campos específicos del poder y en concreto, en el proceso de decisiones.

Para ellos (los europeos) se trata de proponer una visión más general y con mayores   alcances: Importaran tanto los estudios sobre las instituciones, el estado y los gobiernos,  como el poder, lo publico y lo decisional, trátese de la sociedad en su conjunto, trátese de  los individuos o los grupos.

En lo relativo a la evolución propiamente dicha de la Ciencia Política, se considera que  una mirada a los subtemas en los que se ha dividido, tal como la presenta David Easton, daría buena cuenta de ella:

El universalismo o la filosofía moral, sería un primer comienzo, explicando que en ese  entonces (antes del siglo XIX), los autores que se ocupaban de los temas políticos, eran  básicamente los filósofos o los estudiosos de los temas generales de la sociedad.
Un segundo momento o subtema estuvo identificado con la corriente legalista alemana,  que después se trasladó a Norteamérica, en la cual, la preocupación por los asuntos del  estado, era bastante marcada, y podría decirse que allí estuvo el antecedente inmediato del origen de la Ciencia Política como disciplina.

Despues, estando la Ciencia Política ya formalizada, se ocuparía en buena medida del  llamado proceso político o realismo, subtema en el cual se dieron los mayores avances en  Norteamérica, apareciendo los estudios sobre el control legislativo, el papel de los partidos  políticos, los grupos económicos, el conflicto social, el electorado, etc.

Habría que señalar, para no perder la mirada de conjunto, que de manera simultánea en Europa, especialmente en Alemania y Francia, la corriente influenciada por los llamados legalistas, continuaba con su trabajo, su reflexión y su producción teórica (los trabajos de Wolfgang Abendroth y de Maurice Duverger serían dos ejemplos, “Introducción a la ciencia política” y “Sociología política”, en su orden. Más adelante los italianos desarrollarían otra versión de esta concepción (los trabajos de Norberto Bobbio, en especial, “Estado, gobierno y sociedad”, serían otro ejemplo.)

El otro subtema que apareció en el escenario académico fue el del behaviorismo aplicado a la Ciencia Política, sobretodo en Norteamérica, contemplando al individuo, sus actitudes, motivaciones, valores y cogniciones.


III. La Ciencia Política contemporánea.

En algunos estudios recientes, se señala como una particularidad el hecho que la Ciencia Política en Norteamérica haya sido capaz de olvidarse del estado y de centrarse en el      gobierno, básicamente porque opto por el empirismo.

Lo anterior quiere decir que se transformo en una ciencia social empírico-analítica, cuyo objeto de estudio entra en el campo del positivismo como método de análisis de la sociedad.
     
Esta interpretación que va mas de la mano de la sociología y su campo de referencia      teórica, ha permitido ubicar algunos elementos específicos de los trabajos de cientistas      políticos norteamericanos dentro de las temáticas que los definen: la política interior, la política comparada y la política internacional, es decir, sus especialidades.

Tales especialidades confluyen en el estudio del sistema político y con él, las diferencias     conceptuales y por tanto los objetivos de lo perseguido o buscado al hacer ciencia.

Dicho sistema se entiende como una organización macro mediada y constituida por los     individuos, por los grupos y por los intereses de diversa índole.    
                                                                                                                                
La corriente norteamericana al profundizar en el estudio del sistema político, lo que está proponiendo es una revisión conceptual de lo que es y se define como un acto político, valiéndose de la misma inquietud al preguntarse por la política. Que es la política?

Los autores David Held y Adrian Leftwich, citados por el profesor Miquel Caminal Badia,
de la Universidad de Barcelona, responden:

“En nuestra opinión, la política es un fenómeno que se encuentra en y entre todos los   grupos, instituciones (formales e informales) y sociedades, pasando por la vida pública   y la privada. Esta involucrada en todas las relaciones, instituciones y estructuras que están   implicadas en las actividades de producción y reproducción en la vida de las sociedades.    Se expresa en todas las actividades de cooperación, negociación y lucha por el uso, producción y distribución de los recursos que esto acarrea. La política crea y condiciona   todos los aspectos de nuestra vida, y esta en el centro del desarrollo de los problemas en   la sociedad y de los modos colectivos de su resolución”  (Caminal, citando a... 1.996.)

Las ideas anteriormente consignadas conducen a definir la política como un todo y  a   repensar sus dimensiones. Sin embargo, la pretensión pudiera ser la de presentar a la  Ciencia Política como una posible ciencia que todo lo englobaría y que en el afán de  criticar la parcelación de otras ciencias sociales tales como la economía y la sociología, se  reservara para sí el objeto del conocimiento puro.

Este riesgo es puesto de manifiesto por Caminal Badia, para quien la idea de los norteamericanos es válida solo parcialmente, en el sentido de que la politica influye en todos los ámbitos de la sociedad, pero eso no significaría que se acepte su generalización, lo cual conduciría a negar la interrelación entre las distintas ciencias sociales.

Esta reserva sobre la pretensión contemporánea de la corriente norteamericana, va más allá, al cuestionarse por que no generalizar también la cultura y la economía. No serian la cultura y la economía, campos que todo lo englobarían? y poder preguntarse entonces: Que es cultura?  y  Que es economía? Y responder como ellos lo hacen: cultura es todo, economía es todo. 

Uno de los campos en el que se ha venido presentando novedades e investigaciones dentro de la Ciencia Política es el de las políticas públicas, fundamentalmente por estar asociado a la época de la internacionalización económica y la globalización, época en la cual se discute sobre la desregulación estatal y la participación de los mercados en la vida económica de los países.

Quienes se dedican a los estudios mencionados, lo hacen basándose en el supuesto del crecimiento desmedido de la actividad del estado, una de cuyas características seria el incremento del gasto publico y  la multiplicación de sus funciones reguladoras, así como la aprobación continua de normas de control sobre la actividad de los distintos actores de la economía, en especial los que son diferentes a los gobiernos y al publico en general.

Los actores privados tienen intereses y sus actuaciones están mediadas por esos intereses,  lo que los convierte en protagonistas principales de las decisiones que se tomen desde la esfera gubernativa, ya que al decidir sobre lo público, los gobiernos indirectamente están obrando sobre la esfera individual en el campo económico. Para ellos, la política no debe tener reglas distintas a las de la economía y esta debe regirse por la libre actuación individual y muy poco o casi nunca por el interés publico. Se trataría  entonces de favorecer el principio económico de la utilidad y con él, un funcionamiento político en el que se privilegie a los individuos.

Esta muy claro el marcado énfasis económico que se mueve detrás de las investigaciones  sobre políticas públicas, particularmente los que se inscriben en los análisis de la escuela de el “public choice” (elección pública):

“El empleo de la teoría económica ha proporcionado un rico instrumental analítico al estudio del proceso político y al funcionamiento de las instituciones democraticas. La teoría económica de la política parte de un conjunto de supuestos metodológicos básicos. En primer lugar, tiende a explicar los hechos colectivos a partir de las acciones individuales. En segundo lugar, atribuye a los individuos la motivación básica de perseguir el propio interes. Es decir, presupone que los individuos participan en política para satisfacer sus preferencias y, en particular, para obtener aquella provisión de bienes públicos - leyes, decisiones administrativas, servicios sociales, etc. – que mejor contribuyan a maximizar sus expectativas...
De este modo el proceso político tendría como fin la maximización de las preferencias individuales. Dado que los distintos individuos sostienen diferentes posiciones sobre como deberían orientarse las políticas publicas, una de las funciones de las instituciones demo- craticas seria seleccionar unas reglas de decisión que permitan agregar las preferencias de los ciudadanos en una elección publica entre diferentes alternativas.” (Gonzalo y Requejo. 1.996)

Pero estos no son los únicos estudios que sobre políticas publicas existen. En el campo de la administración pública también se han presentado investigaciones (para algunos esta sería la renovación principal y tal vez el origen) encaminadas a cuestionar el llamado “modelo de burocracia de Max Weber”, el cual estaba asociado al estado de bienestar, y como se parte de la afirmación de que dicho estado de bienestar se encuentra en crisis en las democracias occidentales, entonces se haría necesario una propuesta de modernización administrativa que desburocratice al estado y lo acerque mas a la comunidad en el cumplimiento de una de sus funciones esenciales, como lo es la prestación de servicios públicos con eficiencia. 

Estos planteamientos van de la mano de otras apreciaciones sobre las funciones que debe cumplir el estado en los tiempos de apertura democrática en las sociedades, y que en la aplicación practica se traducirían en la necesaria incorporación de las evaluaciones de las   realizaciones de la administración publica (rendirle cuentas a la sociedad) a través de las técnicas del costo – beneficio en el manejo de los recursos para inversión en obras publicas, y en la adopción de la gestión publica como modelo renovado para el logro de una administración al servicio del publico.

Como puede verse, esta corriente se preocupa en lo fundamental por los aspectos tecnico- administrativos y por la obtención de la eficiencia y la eficacia.
   
Es importante anotar que los estudios sobre políticas públicas (tanto los que tienen una mirada económica como los que la tienen en el campo administrativo) parten de considerar que las sociedades occidentales han dado el salto a sistemas políticos en los que la característica principal es la instauración de la democracia liberal, y por tanto es como sí unificaran la realidad de Norteamérica y Europa con la de otros países occidentales de menor desarrollo. Aun podría cuestionarse esta pretendida unificación, tratándose de algunos de los países europeos en los que se destaca la transición política.

En los países occidentales desarrollados (Europa, Norteamérica y algunos países asiáticos, así como en varios países latinoamericanos), viene presentándose con fuerza la idea de proponer caracterizar su vida societaria como apta para los análisis y aplicación de políticas públicas.

Son sociedades en las que ya han ocurrido procesos de desregulación estatal y a su vez procesos privatizadores de las empresas del estado, se dice en consecuencia que los actores sociales han cambiado, irrumpiendo en la vida social los agentes económicos individuales y empresariales privados y también las organizaciones no gubernamentales.

A esta nueva realidad social, asociada al fenómeno de la globalización, le es propia una interrelación de actividades individuales y colectivas que apuntan ante todo a los procesos decisionales (tanto las decisiones como las no-decisiones.)

Se contextualiza así un campo para la comprensión de las políticas públicas, cuyo interés sería el de actuar o intervenir en aras de resolver los conflictos y las tensiones sociales:

“Los grupos de interés y los partidos canalizan las demandas de diferentes sectores sociales que se refieren a un determinado ámbito de tensión o discrepancia: la educación, las comunicaciones, la sanidad, etc. Los actores colectivos – partidos, grupos, movimientos – integran estas demandas y las convierten en propuestas legislativas.
El parlamento examina dichas propuestas, las corrige y enmienda – después de un debate  entre representantes de los partidos que integran diferentes intereses sociales – y,  finalmente, las aprueba en forma de ley de obligado cumplimiento. 
El gobierno o ejecutivo toma la responsabilidad de convertir estas leyes o decisiones de carácter general en normas de carácter mas detallado (decretos, reglamentos) que permitan aplicarlas a situaciones especificas.
Las administraciones atienden a los casos individuales y – siguiendo las instrucciones del gobierno – organizan a este fin los recursos materiales y personales, distribuyen incentivos positivos – subvenciones, licencias, etc. – y negativos – sanciones, prohibiciones, etc. – entre los afectados.  
Los tribunales de justicia por su parte, intervienen en caso de disputa sobre la interpretación de las decisiones legales o sobre los modos de su aplicación por las administraciones.
Finalmente, quien tiene la autoridad para hacerlo valora las consecuencias de la aplicación  de la política y, a la vista de las mismas, decide continuarla, reformarla o terminar con ella.”   (Valles Josep M.  2.000) 

IV. La Teoría Política y su evolución.

Tal y como se planteó en el apartado sobre las generalidades de la política, esta en sus inicios estuvo asociada a la vida de la sociedad griega y específicamente a la polis.

En su momento, los pensadores que se ocupaban de las reflexiones políticas, eran los filósofos, los historiadores y aun los naturalistas, que al proponer explicar las     características de la organización social de la época, lo hacían de manera relacionada, lo que más adelante daría lugar a explicaciones pretendidamente omnicomprensivas, las cuales serían cuestionadas.

Según Sheldon S. Wolin, en artículo escrito para la Enciclopedia Internacional de las     Ciencias Sociales: “la teoría política era la practica de la búsqueda sistemática cuyo     objetivo era adquirir un conocimiento fidedigno de asuntos relacionados con la esfera      pública.
El conocimiento era valorado como el medio supremo de mejorar las condiciones de la vida humana en la asociación política.
Como empeño filosófico, la teoría intentaba establecer una base racional para el pensamiento, como empresa política, intentaba establecer una base racional para la      acción”  (Wolin Sheldon, 1.979)

Justamente en la base de esos cuestionamientos, se situaría al hombre occidental,      intentando encontrar respuestas organizadas y sistemáticas sobre su existencia, que      inicialmente fueron religiosas y paulatinamente se transformaron en inquietudes políticas, entendiendo por ello, la preocupación por lo público, como una dimensión que comprendía a lo privado, sin hacerlo desaparecer.

Algunos autores enfatizan en el punto del conocimiento sistemático o disciplinado de los griegos, para poder hablar de la política:

“Es en la polis donde se origina la teoría política y es a ella misma hacia donde         ahora nos dirigimos. La mayor parte de los ideales políticos modernos – como por ejemplo, la justicia, la libertad, el régimen constitucional y el respeto al derecho – o, al menos sus definiciones comenzaron con la reflexión de los pensadores griegos sobre las instituciones de la ciudad – estado.”  (Sabine, 1.996)

A partir de ahí, la Teoría Política inicia una búsqueda incesante de conceptos que     servirán como soporte necesario para las explicaciones de las relaciones sociedad –     estado, tal y como se presento en el apartado sobre los orígenes de la Ciencia Política.

No es por tanto valido ofrecer un camino diferente en el recorrido que hacen la Teoría     Política y la Ciencia Política en sus primeros momentos de consolidación, antes bien, la política y la Teoría Política están en los cimientos de lo que hoy conocemos como    Ciencia Política, siendo la Teoría Política un campo mas abierto, general y globalizante     que la propia ciencia, perviviendo y alimentando el quehacer científico.

En esa búsqueda de conceptos ya mencionada, que comprendería varios períodos históricos, se incluyen de manera especial los presentados a continuación, retomados del autor Arnold Brecht;

    Viejos conceptos:

     Nuevos conceptos:

Institución
Gobierno
Justicia
Libertad

Grupo
Equilibrio
Poder
Acción
Elite
Elección
Función 


Debe observarse que como conceptos, también son campo de investigación y análisis de la Ciencia Política, lo que nos estaría indicando que los objetos de estudio están íntimamente relacionados.

Y así como la Ciencia Política se preocupo por construir un discurso científico, la Teoría    Política se ha preocupado análogamente por avanzar en la elaboración de referentes    metodológicos que le permitan mostrarse como una disciplina organizada, cuyo estatuto no pretende ser el científico, tal y como lo entendemos desde el positivismo, precisamente por tratarse de ideas, pensamientos, teorías, autores y aun opiniones, cuyos escenarios son abiertos a todo tipo de conocimiento, no exclusivamente político.

 Esa es la razón por la cual, en la Teoría Política, podemos encontrar textos que provienen de la filosofía, de la economía, de la física, de la antropología, de la sociología, y que encuentran su punto de contacto en la política, sin perder identidad y más bien    relacionándose al intentar ser explicativos.

Debe aclararse que los norteamericanos consideran a la Teoría Política como una subdivisión de la Ciencia Política y por tanto dicha presentación no coincidiría con el    planteamiento que acaba de exponerse, el cual sigue mas de cerca la visión europea.
  

V. La Teoría Política contemporánea.

Uno de los componentes más importantes en la visión y comprensión que hoy en día se tiene sobre la Teoría Política, es el de la historia.

La historia siempre ha estado incluida en el análisis del pensamiento político, no     obstante, desde el punto de vista metodológico, existe una escuela de historiadores y de filósofos que se conoce con el nombre de “Nueva historia”, cuyos aportes más    significativos pasan por resaltar la importancia del análisis hermenéutico, marcando una diferencia con los análisis tradicionales de carácter lineal e historiográfico.

La hermenéutica seria un aspecto decisivo a la hora de poder realizar las lecturas de las     épocas pretéritas, campo en el que se observarían dos amplias posibilidades para hacerlo, el texto y el contexto.

El análisis textual seria aquel en el que se considera que el texto, por si mismo, es capaz de dar cuenta de su significado, y el análisis contextual seria aquel en el que se necesita de otros factores explicativos, tales como los económicos, los sociales y los religiosos para poder dar cuenta del pensamiento político.

El interés fundamental de este tipo de visión sobre la historia radica en que para poder     lograr la comprensión de una teoría, de las ideas de un pensador, de los aportes de una    escuela, de los legados de conocimiento de una civilización, es imprescindible establecer un nexo entre el pasado y el presente.    

El profesor Fernando Vallespin de la Universidad Autónoma de Madrid, recordando al filosofo alemán Hans Gadamer, señala lo siguiente:

“Así, a decir de Gadamer, el intento por comprender cualquier manifestación cultural pretérita carecería de sentido si no incorporamos a ella los prejuicios – lingüísticos y culturales – de nuestra propia situación histórica. Toda interpretación presupone más bien una conversación o dialogo en el que la pluralidad de juegos de lenguaje (Wittgenstein) se acaba fundiendo en un horizonte entre pasado y presente. Y el medio que abre el acceso a esta comprensión comunicativa no es sino la esencial unidad del lenguaje que subyace a la tradición de la que provenimos y nos sigue conformando. Por tanto, cuando confrontamos un texto del pasado, combinamos su contenido esencial con nuestro propio horizonte contemporáneo. Solo podemos descifrar las partes de un texto si somos capaces de anticipar (Vorgreifen) de alguna manera el todo; y esta anticipación, generalmente difusa e incorrecta solo puede ser corregida  en tanto en cuanto podamos explicar dichas partes.”   (Vallespin, 1.995)

Ahora bien, en los análisis de Teoría Política, los historiadores y filósofos pertenecientes a la escuela de la “Nueva historia” consideran que es fundamental procurar develar lo que se encuentra detrás de los mecanismos de dominación en las distintas sociedades, ya que es allí donde reside el verdadero poder, representado por intereses de tipo económico, político y religioso.

Se hace especial énfasis en el carácter conflictual de las relaciones de poder, lo cual quiere decir que en las posibles explicaciones que sobre el devenir de las sociedades se ofrezcan, deben considerarse los escenarios de las pugnas y contradicciones que expresan diferencias de interés, para lograr de esta manera acercarse a una lectura argumentativa y explicativa sobre la vida política.     

La teoría política así concebida responde por lo tanto a una visión sobre los conflictos,  entendiendo que son ellos los que le imprimen dinámica a la vida societaria, en la sociología por ejemplo, el conflicto se asume como factor de cambio social.


VI. La Teoría Política: dos autores de actualidad.

a)      Norberto Bobbio.

Uno de los campos en el que más ha profundizado Norberto Bobbio, tiene que ver con la tipología de gobiernos, es decir, con el sistema político.

El análisis del sistema político en el caso del jurista y filosofo italiano puede verse enriquecido desde el punto de vista existencial, puesto que le toco vivir la experiencia del fascismo, lo cual puede observarse claramente en sus escritos cuando se refiere a los regímenes totalitarios, al despotismo.

Frente a dichos regímenes totalitarios, el autor ha desarrollado una vasta teoría en defensa de la democracia, la libertad y la paz, por considerar que el sistema democrático es un garante de la búsqueda de relaciones pacificas entre los países y además un garante en la solución pacifica de los conflictos internos de cada país.

En el texto titulado “ El futuro de la democracia ” se indica que una de las grandes diferencias entre la democracia y el totalitarismo es que la primera siempre es dinámica, se encuentra en continua transformación, y la segunda, es estática, permanece igual a si misma.

Su definición mínima de democracia ha trascendido los círculos académicos, penetrando rápidamente la vida de los círculos políticos, sean ellos las agrupa- ciones partidistas, las cámaras legislativas y los órganos de poder administrativo, para el:

“Se entiende por régimen democrático un conjunto de reglas procésales para la toma de decisiones colectivas en el que esta prevista y propiciada la más amplia participación posible de los interesados. ” (Bobbio 1.997)

La defensa de la democracia estará condicionada al respeto por las instituciones, indicándose que esa será la clave para mantener la vigencia de lo que denomina, el método de la democracia, un sistema abierto a todos los posibles contenidos.
La amplitud del sistema político democrático (la libertad) se basa en un conjunto de reglas que establecen quien esta autorizado para tomar las decisiones colectivas (los elegidos democráticamente) y se basa así mismo en la definición de los procedimientos a través de los cuales, los grupos sociales, expresándose como individuos (son los individuos quienes deciden), deciden sobre la vida social, tanto interna como externamente.

Será la ley, la que permitirá que las decisiones colectivas sean tomadas por un número considerable de miembros, es decir por la mayoría, y al momento de considerarse o transformarse en derecho, sus contenidos serán de obligatorio cumplimiento.

El aporte fundamental de Bobbio sobre la democracia en este texto, estriba en el análisis de las llamadas “falsas promesas” de las sociedades occidentales, las cuales se presentan de manera resumida a continuación:

  1. Democracia seria sinónimo de sociedad pluralista, y por el contrario, lo que      caracterizaría la vida social actual, seria la relevancia de la participación política de los grupos, llámense sindicatos, partidos, organizaciones. A su juicio esto iría en contra de los individuos.

  1. La democracia representativa debería caracterizarse por la representación política y no por un mandato obligatorio (debe aclararse que no es lo mismo la norma de obligatorio cumplimiento que el mandato de cumplimiento obligatorio. Cuando se alude a un mandato obligatorio, se hace referencia a los intereses que son representados.
 
  1. Es falso que se haya derrotado al poder oligárquico. (Bobbio incluye como una cuarta promesa no cumplida, una que es derivada del poder oligárquico, la no ocupación de los espacios de poder por la democracia.)

  1. Es falso que se haya derrotado al poder invisible. Una de sus preguntas sobre este punto, revela sus inquietudes: ¿Quién controla a los controladores?
              
  1. No se ha presentado aun como un hecho real, la promesa de la educación política de la ciudadanía. La educación política es un convidado de piedra en la vida de las sociedades occidentales, y lo que se da realmente es el fenómeno de la apatía política, básicamente en los que tienen derecho al voto.

A pesar de la constatación de los puntos indicados, presentados como promesas no cumplidas, Bobbio reafirma su defensa del sistema democrático, al insistir en que se trata de la oposición al totalitarismo:

“El contenido mínimo del estado democrático no ha decaído: garantía de los principales derechos de libertad, existencia de varios partidos en competencia, elecciones periódicas y sufragio universal, decisiones colectivas o concertadas (en las democracias coasociativas o en el sistema neocorporativo) o tomadas con base en el principio de mayoría, de cualquier manera siempre después del debate libre entre las partes o entre los aliados de una coalición de gobierno. Existen democracias más sólidas o menos sólidas, más vulnerables o menos vulnerables; hay diversos grados de aproximación al modelo ideal, pero aun la mas alejada del modelo, no puede ser de ninguna manera confundida con un estado autocrático y mucho menos con uno totalitario. ”  (Bobbio 1.997) 

Uno de los aspectos que merecen destacarse del análisis de Bobbio, es el de la necesaria   correspondencia entre el pluralismo (característico de la democracia) y la tolerancia. La tolerancia será un elemento esencial en la vida política de las sociedades democráticas,  y una de sus manifestaciones, será la existencia y el respeto del disenso.
  
Otros textos importantes del autor, “Estado, gobierno y sociedad”, mencionado en el numeral  II  sobre La Ciencia Política y su evolución, y “Liberalismo y democracia”, no serán comentados en este articulo.
Se aclara también que no se hace ningún análisis sobre el texto: “El futuro de la   democracia”, circunscribiéndose a la breve presentación de su contenido.  

     b) Anthony Giddens.

La discusión sobre la política en la era de la globalización, tiene en las teorías del director de la London School of Economics, a uno de sus máximos exponentes a nivel mundial.
Y de manera especifica, no seria sobre la política en general, sino sobre la política  socialdemócrata en la era de la internacionalización y la globalización; estaríamos hablando en la actualidad de la llamada “Tercera vía”, pensada, escrita y propuesta por Anthony Giddens y aplicada por el primer ministro británico Tony Blair.

De manera sucinta, la tercera vía sería según su propio autor:

“Un programa cabal de modernización de la economía; del sistema político; y del estado del bienestar. Modernizar significa responder a los grandes cambios que se están dando en el mundo. La tercera vía busca una renovación activa de las instituciones públicas. Insiste en el papel de lo público. Y redescubre la sociedad civil.”   (Giddens, entrevista “El país digital “)

Es conveniente aclarar que la tercera vía no seria una propuesta nueva, de la cual pudiera decirse que se trata de la aparición de un nuevo constructo teórico, capaz de transformar la vida científica y académica de las ciencias sociales.

La tercera vía seria mas bien la reflexión que en la época de la internacionalización económica debería hacer la izquierda socialdemócrata para adaptarse a los nuevos   tiempos, el mismo autor señala, que él prefiere denominarla como: “La nueva  izquierda del centro “. 

El elemento anterior es importante para ubicar los orígenes de la llamada tercera vía, recordando que en el pasado también se hablaba de tercera vía al referirse a la opción socialdemócrata, diferenciada del liberalismo de mercado occidental y de la planificación estatista soviética.

“El objetivo de la política de la tercera vía, como yo la veo, es llevar hasta su término las implicaciones políticas de los nuevos tiempos, reconociendo que esto significa que hay que revisar a fondo las posturas y políticas establecidas desde la izquierda. Si los socialdemócratas van a tener implantación real en el mundo, sus doctrinas han de ser repensadas tan radicalmente como hace medio siglo, cuando la socialdemocracia rompió originariamente con el marxismo.” (Giddens, 2.001)                                                                                       

Algunos de los puntos en los que se fundamenta la tercera vía serian los siguientes:

1.      Después de 1.989, algunos de los problemas de la política mundial no pueden ser explicados y resueltos por el viejo esquema de “Izquierda y derecha”. Esta es una razón para hablar de la importancia del centro político.

2.      Las tres áreas clave del poder son: el gobierno, la economía y las comunidades de la sociedad civil. Las tres deben dirigirse hacia la solidaridad y la justicia social.

3.      Se propone la búsqueda de un “Nuevo contrato social”, basado en el principio de “Ningún derecho sin responsabilidad”, lo cual estaría señalando que las personas beneficiadas con bienes, deberían dar algo en contraprestación a la sociedad.

4.      A nivel de la actividad económica, propone desarrollar una amplia política de oferta, intentando equilibrar el crecimiento económico con las reformas al estado de bienestar.

5.      Se busca fomentar una sociedad diversificada, basada en principios igualitarios, entendiendo por ello, la igualdad de oportunidades y no la igualdad de resultados.

6.      Se hace hincapié en la globalización. La política no sería un asunto exclusivo de la esfera nacional, y para dar respuesta a los cambios mundiales, sería imprescindible repensar las escalas de su ocurrencia, ampliándolas desde lo local y lo nacional, a lo mundial.

Dos aspectos a resaltar en la argumentación que expone la tercera vía, serian el de la  imposibilidad que tienen los gobiernos nacionales en los tiempos actuales para manejar los problemas económicos de manera autónoma, puesto que estos tienen componentes que se deciden en los mercados financieros globales, y el de la imposibilidad de celebrar pactos sociales similares a los que tuvieron lugar en el pasado, cuando el estado proporcionaba las prestaciones sociales.

Según Giddens, al aceptar la descripción que de la tercera vía hicieran los demócratas norteamericanos, al llamarla “nuevo progresismo”, esta debe ser entendida como una política de renovación y cambio, en el sentido de evitar reproducir los gobiernos burocráticos y de intervención vertical, muy propios de la vieja izquierda, y evitar así mismo, la pretensión de la derecha de desmantelar el estado de manera total.
            
Otros textos importantes escritos por el autor, se titulan “La tercera vía” y “Más allá de la izquierda y la derecha”.
Se aclara, tal y como se hizo en el literal anterior, que aquí en este articulo no se hace ningún análisis sobre la tercera vía, reduciéndose por tanto a la sola presentación de un breve contenido.

  VII. Relaciones entre Ciencia Política y Teoría Política.

El mundo contemporáneo ha entrado en una etapa de transformaciones importantes que aun no definen un camino expedito para enfrentar el futuro, no obstante se diga que la posmodernidad ya esta aquí y su presencia nos atrape a todos de manera inexorable.

Tales transformaciones podrían mas bien presentarse como momentos de transición de las sociedades hacia etapas de organización diferentes, que ofrecen combinaciones de formas modernas de organización societaria (para algunos superadas) y formas posmodernas, en las que las sociedades mas avanzadas llevan la delantera.

En esta compleja y difícil realidad, el estudio de la política aparece como una oferta de interés especial, rehaciendo temas de estudio que perviven desde los griegos y que no abandonan los campos por ellos avizorados: los gobiernos, la democracia, los individuos, la ciudad (en ellos, el estado), las familias, la economía, la sociedad.

Evolucionando las sociedades y sus formas de organización, evolucionando las instituciones y sus funciones de operatividad, evolucionando las personas y su conceptualización filosófica, tanto en el plano individual como social, el rehacer de lo estudiado se complementa con las nuevas posibilidades temáticas que la política enfrenta, resultado de los cambios ocurridos por causa de la dinámica histórica.

La política, sin desaparecer, ha dado paso al surgimiento de una mayor y mejor especialización en sus objetos de estudio, de una mejor realización en sus elaboraciones teóricas y de una adopción de métodos de investigación aplicada, que la llevan a mostrarse como una ciencia positiva que tiene su lugar dentro del fértil campo de las ciencias sociales y humanas, poseyendo hoy en día la fortaleza de una ciencia nueva (la ciencia política) que brinda opciones de conocimiento, de investigación y de actuación en esa etapa de transformaciones mencionada, que cabalga a galope entre el presente y el futuro.

La ciencia política se muestra hoy como un objeto de estudio profesionalizante, que en materia académica y curricular permite la inclusión y el tratamiento de teorías, textos y discursos consolidados, tales como la teoría del estado, el estudio del poder y la subjetividad, la teoría política entendida como historia del pensamiento, la cultura política, los sistemas políticos, los partidos políticos y los sistemas electorales, las políticas públicas, las relaciones internacionales, e igualmente y con el mismo peso y trascendencia, temas de investigación específicos, propios de las realidades socioeconómicas de cada país.   
        
Como se puede observar a lo largo de este escrito, la Ciencia Política y la Teoría Política están correlacionadas en varios puntos, en varios campos, en muchos temas.
Por un lado, a nivel de la Ciencia Política, se vio como dos grandes campos de análisis se mostraban en sus primeros objetos de estudio, las instituciones y el poder.

En el campo de las instituciones sobresalía el estado, y a nivel del poder, los análisis  que sobresalían eran los que se realizaban sobre los grupos y los individuos, y en estos últimos, los estudios sobre las decisiones (políticas publicas) hacían parte de la evolución reciente.

Por otro lado, se vio como en la Teoría Política, los análisis abrían el abanico de posibilidades a otras ciencias, basándose en la historia y en la hermenéutica, considerando otros factores explicativos asociados a la política, como lo son, los económicos, los sociales y los religiosos.

Cuando se presentaron los conceptos sobre los cuales se podría considerar la evolución de la Teoría Política, los viejos y los nuevos, se dijo que estaban relacionados con la Ciencia Política, como de hecho lo están, en la vida de la sociedad, específicamente en las explicaciones que se intentan sobre la imbricación entre estado, economía y sociedad.   

Las relaciones por lo tanto, están dadas en cuatro dimensiones características de los  estudios en Ciencias sociales: La sociedad, el individuo, la política y la economía.   

                                                                                                                                                    
                                                   BIBLIOGRAFIA.


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           incluido en: “Manual de Ciencia Política”
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-          Duverger, Maurice. “ Sociología Política ”
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           Cuadernillo temático # 19: “La política”
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            Entrevista con Anthony Giddens.
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           Entrevista con Anthony Giddens
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            Incluido en: Manual de Ciencia Política.
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