lunes, 3 de octubre de 2016

CAMBIOS EN EL GRUPO GECIPAP

Información importante :

Cambios en el grupo Gecipap.

1. Los profesores Albeiro Pulgarin y Gustavo Adolfo Molina, asumen su pensión de jubilación.
El profesor Pulgarin desde Junio de 2.016 y el profesor Molina desde Diciembre 2.016.
2. En vista de que el profesor Molina ha sido el director del grupo por varios años y considerando esta nueva realidad de retiro, se ha propuesto y aprobado dentro del grupo, que la profesora Margarita Cardona sea la nueva directora de Gecipap.
3. Varios miembros del grupo, entre los que se encuentran los profesores mencionados, asi como los miembros actuales que en calidad de egresados hacen parte del mismo, pasarán a desempeñar otras funciones relacionadas con actividades de extensión.
4. Otro miembros actuales del grupo ( estudiantes de pregrado y de posgrado, en niveles de Maestria y Doctorado) permanecerán en él en calidad de investigadores, cumpliendo con las disposiciones de Colciencias en materia de filiación institucional.
5. Los cambios en el grupo se registrarán en el Gruplac de Colciencias y se informará a la Direccion de investigaciones DIME de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellin.
6. El grupo mantendrá como medios de comunicación, el Blog de Gecipap, e igualmente la pagina Web de Redcipap.
7. La profesora Margarita Cardona es profesora de tiempo completo en dedicacion exlusiva en el Departamento de Ciencia Politica de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellin y es Doctora en Ciencia Politica de la Universidad Nacional de Rosario en Argentina. Actualmente es la coordinadora del Doctorado en Ciencias Humanas y Sociales de la Facultad de Ciencias Humanas y Economicas ( sede Medellin )

sábado, 20 de agosto de 2016

LA INJUSTICIA GLOBALIZADA. Por : José Saramago

12 DE AGOSTO DE 2010
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La injusticia globalizada

José Saramago

Comenzaré por contar en brevísimas palabras un hecho notable de la vida rural ocurrido en una aldea de los alrededores de Florencia hace más de cuatrocientos años. Me permito solicitar toda su atención para este importante acontecimiento histórico porque, al contrario de lo habitual, la moraleja que se puede extraer del episodio no tendrá que esperar al final del relato; no tardará nada en saltar a la vista.

Estaban los habitantes en sus casas o trabajando los cultivos, entregado cada uno a sus quehaceres y cuidados, cuando de súbito se oyó sonar la campana de la iglesia. En aquellos píos tiempos (hablamos de algo sucedido en el siglo XVI), las campanas tocaban varias veces a lo largo del día, y por ese lado no debería haber motivo de extrañeza, pero aquella campana tocaba melancólicamente a muerto, y eso sí era sorprendente, puesto que no constaba que alguien de la aldea se encontrase a punto de fenecer. Salieron por lo tanto las mujeres a la calle, se juntaron los niños, dejaron los hombres sus trabajos y menesteres, y en poco tiempo estaban todos congregados en el atrio de la iglesia, a la espera de que les dijesen por quién deberían llorar. La campana siguió sonando unos minutos más, y finalmente calló. Instantes después se abría la puerta y un campesino aparecía en el umbral.

Pero, no siendo éste el hombre encargado de tocar habitualmente la campana, se comprende que los vecinos le preguntasen dónde se encontraba el campanero y quién era el muerto. ‘El campanero no está aquí, soy yo quien ha hecho sonar la campana’, fue la respuesta del campesino. ‘Pero, entonces, ¿no ha muerto nadie?’, replicaron los vecinos, y el campesino respondió: ‘Nadie que tuviese nombre y figura de persona; he tocado a muerto por la Justicia, porque la Justicia está muerta’.

¿Qué había sucedido? Sucedió que el rico señor del lugar (algún conde o marqués sin escrúpulos) andaba desde hacía tiempo cambiando de sitio los mojones de las lindes de sus tierras, metiéndolos en la pequeña parcela del campesino, que con cada avance se reducía más. El perjudicado empezó por protestar y reclamar, después imploró compasión, y finalmente resolvió quejarse a las autoridades y acogerse a la protección de la justicia.

Todo sin resultado; la expoliación continuó. Entonces, desesperado, decidió anunciar urbi et orbi (una aldea tiene el tamaño exacto del mundo para quien siempre ha vivido en ella) la muerte de la Justicia. Tal vez pensase que su gesto de exaltada indignación lograría conmover y hacer sonar todas las campanas del universo, sin diferencia de razas, credos y costumbres, que todas ellas, sin excepción, lo acompañarían en el toque a difuntos por la muerte de la Justicia, y no callarían hasta que fuese resucitada. Un clamor tal que volara de casa en casa, de ciudad en ciudad, saltando por encima de las fronteras, lanzando puentes sonoros sobre ríos y mares, por fuerza tendría que despertar al mundo adormecido… No sé lo que sucedió después, no sé si el brazo popular acudió a ayudar al campesino a volver a poner los lindes en su sitio, o si los vecinos, una vez declarada difunta la Justicia, volvieron resignados, cabizbajos y con el alma rendida, a la triste vida de todos los días.

Es bien cierto que la Historia nunca nos lo cuenta todo.

Supongo que ésta ha sido la única vez, en cualquier parte del mundo, en que una campana, una inerte campana de bronce, después de tanto tocar por la muerte de seres humanos, lloró la muerte de la Justicia. Nunca más ha vuelto a oírse aquel fúnebre sonido de la aldea de Florencia, mas la Justicia siguió y sigue muriendo todos los días. Ahora mismo, en este instante en que les hablo, lejos o aquí al lado, a la puerta de nuestra casa, alguien la está matando.

martes, 21 de junio de 2016

LO SABEN TODO SOBRE USTED. Por : Luis Miguel Ariza


8 DIC 2015 - 18:00 COT
Lo saben todo sobre usted
Incontables cámaras de vigilancia escrutan sus movimientos. Ordenadores de capacidades descomunales rastrean sus huellas en la Red
Entramos en un universo controlado por ‘hackers’, Gobiernos, empresas y traficantes de datos. Un paso más hacia el cumplimiento de la profecía orwelliana
Luis Miguel Ariza

Es española, de mediana edad. Se levanta a las siete de la mañana. Activa su teléfono móvil para comprobar el correo electrónico. Las luces de un servidor parpadean a kilómetros de su casa. Mientras lee las noticias en su tableta, navega por Internet y apura su taza de café, otro disco duro registra cada clic en sus tripas informáticas. Los algoritmos de Google –cuyo navegador es el más usado en el mundo– registran cada migaja de información en sus máquinas: qué páginas ha visto o leído y a qué hora exacta, qué videos ha visionado, dónde se encuentra la usuaria. Nuestra protagonista tiene una presentación en la oficina y repasa el último borrador en su flamante iPhone. Una copia se almacena automáticamente en la nube. La nube no es algo etéreo: miles y miles de servidores se apilan en armarios descomunales. Discos duros refrigerados dibujan pasillos larguísimos en funcionamiento ininterrumpido dentro de búnkeres a prueba de terremotos y envueltos en un monocorde ruido que rompe el silencio.

Más rutina diaria. Subir una foto en Facebook. Responder a un tuit. Ir en el coche al trabajo. Cerrar una reserva en el restaurante mediante una aplicación y enviar un mensaje para cuadrar la cita con otros comensales. El GPS del móvil rastrea la localización cada segundo. Otra aplicación hace que un servidor conozca los teléfonos móviles de todos sus contactos de chat. El móvil escupe sugerencias sobre otras personas a las que conocer. Un poco de deporte antes de ir al trabajo permitirá que la cinta wifi atada a la muñeca transmita al móvil el número de pasos, pulsaciones, el ritmo cardiaco y la temperatura de su piel, memorizados en otra máquina. Su teléfono sabe dónde está con un margen de error de menos de un metro. Lo mismo ocurre con los comensales del almuerzo.

El mundo totalitario de Winston Smith, protagonista de 1984, se caracterizaba por una lucha por proteger la privacidad. Las violaciones personales eran constantes. La telepantalla vigilaba sus movimientos durante las 24 horas. Uno no estaba seguro de si lo escuchaban y debía actuar como si lo hicieran. Cualquiera podría ser el observador que lo llevara a la cárcel, al dolor o a la muerte en nombre del partido. No bastaba con fingir. Había que actuar de manera convincente para impedir que los ojos te descubrieran, reaccionar como los demás. La vigilancia era tan intensa que los padres temían que sus hijos les delatasen. Cualquier desviación de la rutina, como llegar al trabajo con los dedos un poco manchados de tinta, despertaba suspicacias acerca de si ese fulano estaba escribiendo, qué hacía y por qué.

El salto hasta 2015 desde la distopía de la sociedad de 1984, de George Orwell, repleta de recursos increíbles para la vigilancia, nos zambulle en un mundo extraño y contradictorio. Los flujos de información van y vienen, invisibles por el aire, y quedan almacenados en cascadas de servidores.

lunes, 9 de mayo de 2016

UMBERTO ECO


23 FEB 2016
Un funeral laico y multitudinario despide a Umberto Eco
Cientos de personas dijeron adiós este martes en Milán al escritor, filósofo y semiólogo
María Salas Oraá  

Cientos de personas despidieron este martes en Milán al escritor, filósofo y semiólogo italiano Umberto Eco, fallecido el pasado viernes. Fue un acto breve, a petición de la familia, al que no todos pudieron entrar. Hubo decenas de personas que esperaron en fila durante horas pero que tuvieron que quedarse fuera por falta de espacio. Había sitio para ochocientas personas, pero más de mil quisieron acudir a dar su último adiós. Tuvieron que conformarse con participar en el gran aplauso que recibió el féretro a su llegada.

El funeral fue en el Castillo Sforzesco, una construcción del siglo XV que el escritor amaba. La ceremonia fue laica, como él hubiese querido. Los deseos de Umberco Eco eran "coherentes con su vida profundamente laica", había explicado el editor Mario Andreose tras dar el pésame a la familia.

Como homenaje, estaba su toga de la Universidad de Bolonia, donde el semiólogo fue catedrático de Filosofía y en la que puso en marcha la Escuela Superior de Estudios Humanísticos, conocida como la Superescuela, porque su objetivo es difundir la cultura entre licenciados con un alto nivel de conocimientos. El rector de esta universidad, Francesco Ubertini, anunció que la apertura del nuevo año académico estará dedicada a la memoria de Eco, cuya sabiduría transmitirán "con orgullo".

Catedráticos, escritores, editores y músicos, además de amigos, familiares y personas que apreciaban al autor de El nombre de la rosa o El péndulo de Foucault recordaron a Eco como un "maestro" y lamentaron lo mucho que añorarán su "enorme cultura" y su "gran sabiduría". El actor Roberto Benigni afirmó que "personas como él son necesarias en la Tierra, no en el cielo".

martes, 26 de enero de 2016

Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu

Maurice Joly

El texto “Dialogo en el Infierno” es una debate imaginario entre Maquiavelo y Montestquieu en el cual la exposición de teorías políticas representa un análisis contemporáneo donde el común denominador es el quehacer político. Maurice Joly pone a los dos filósofos de la política ante la realidad del estado autoritario moderno, corrupción de la democracia liberal.

En este texto se denota por parte del autor que la Política esta en crisis, la cual ha perdido su dirección y lejos ha quedado la tarea para la cual fue encomendada, la política ha perdido su brújula, el poder se ha corrompido y corrompe todo lo que toca, ya no es capaz de dar cabida a la homogeneidad y a la cohesión de sus diferentes partes, produciéndose así un clima de incertidumbre, de atomización , de polarización. Ante la escena trágica producto del desatino político, Diálogo en el infierno es hoy una lectura obligada para el Politólogo, así como para el político practico.

La dimensión que toma la política hoy no dista en absoluto del dialogo compartido entre Maquiavelo y Montesquieu pues aun vemos como el despotismo impera en la esfera política, la tendencia del hombre en el poder se ciñe por el camino de la corruptela como consecuencia del excesivo uso de la autoridad la cual le ha sido conferida, donde el gobernante creyéndose un semi – Dios, un todopoderoso terrenal, por lo que la invitación del dialogo se centra en la impetuosa necesidad de ponerle limites a la empresa del poder de Estado. (reseña tomada del blog el espacio decadente. Diciembre 27 de 2009)

miércoles, 13 de enero de 2016

MEDICIÓN GRUPOS DE INVESTIGACIÓN COLCIENCIAS 2.013

MEDICIÓN GRUPOS DE INVESTIGACION COLCIENCIAS 2.013

Francisco Cortés Rodas



Apuntes críticos al Modelo de Medición de Grupos de Investigación del año 2013 de Colciencias
Francisco Cortés Rodas
Director del Instituto de Filosofía
Universidad de Antioquia

El Modelo de Medición de Grupos de Investigación del año 2013 de Colciencias tiene aspectos positivos que deben ser destacados. Para la investigación de las ciencias sociales se tienen en cuenta productos importantes del área que tienen el mismo peso que un artículo SCOPUS de primer cuartil. Hay un reconocimiento a un número mayor de productos de áreas del saber que en el sistema de medición anterior no habían sido incluidos. Sin embargo, hay serios problemas en los resultados para las ciencias sociales y las humanidades, así como para otras áreas del conocimiento. Para comenzar, Colciencias no realizó ni promovió un proceso de inducción y preparación para cambiar el sistema de medición. Se limitó a presentar la convocatoria y a anunciar las fechas de cierre.
La clasificación de los investigadores como Senior, Asociado y Junior tiene problemas por la vinculación de los productos en el CvLAC y su desigual valoración. Colciencias define que la pertenencia a la categoría más alta de investigación depende de varias condiciones: doctorado finalizado, director de cuatro trabajos de maestría o una tesis de doctorado finalizados en los 
últimos diez años, diez productos tipo A con la misma condición (artículos publicados en revistas indexadas en ISI, (SCI y SSCI) o SCOPUS, libros que aparezcan en el Book Citation Index  de Thomson Reuters (en adelante BKCI), o clasificados como libro resultado de investigación por una editorial reconocida por Colciencias). Los investigadores asociados deben tener además del doctorado o maestría dos productos de nuevo conocimiento o de resultados de actividades de desarrollo tecnológico e innovación tipo A, y cuatro productos de nuevo conocimiento o de resultados de actividades de desarrollo tecnológico e innovación en los últimos cinco años. Los artículos y libros para este nivel deben estar publicados en revistas incluidas en los mencionados sistemas de indexación. Por medio de este modelo de medición, Colciencias ha caracterizado la investigación científica desarrollada en el país utilizando un conjunto de indicadores: nivel de formación, producción, formación de maestros y doctores, visibilidad, impacto, nivel de reconocimiento por la comunidad científica mundial, patrón de citación, excelencia y liderazgo.