POLÍTICA DE PREVENCIÓN DE DESASTRES Y ORDENAMIENTO
TERRITORIAL:
LAS INUNDACIONES EN LA REGIÓN DE LA MOJANA
Por:
José Manuel Mojica Vélez
Universidad Nacional de
Colombia
Sede Medellín
El texto tiene la finalidad de presentar
como los once municipios de la región de La Mojana incorporaron la gestión del
riesgo de inundaciones en los planes, planes básicos y esquemas de ordenamiento
territorial teniendo en cuenta el marco de la política de prevención de
desastres. Para ello, primero expone un breve marco político-legal del
ordenamiento territorial y su relación con la gestión del riesgo; segundo,
realiza una descripción general de la problemática en la región; posteriormente
expone la incorporación de las inundaciones en el ordenamiento territorial, y
finaliza con unas conclusiones con base en las siguientes preguntas:
·
¿Cómo los municipios de La
Mojana incorporaron la gestión del riesgo de inundaciones en el OT?
·
¿El OT ha sido aprovechado
eficazmente como un instrumento de planificación para la gestión del riesgo, sí
o no y por qué?
1.
Marco legal del
ordenamiento territorial y su relación con la gestión del riesgo de desastres:
La siguiente tabla, de
manera resumida, presenta normatividad relación con la gestión del riesgo y el
ordenamiento territorial.
NORMATIVIDAD
|
RAZÓN
|
Ley 46/1998 y
Decreto 919/1989
|
Estructuración del
Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres -SNAPD-
|
Constitución 1991
|
Ordenamiento
territorial y descentralización
|
Ley 93/99
|
Establecimiento del
Sistema Nacional Ambiental –SINA-
|
Ley 388/97
|
Art. 1° Objetivo 2; Art 3° Función del urbanismo, inciso 4; Art 8°. Incisos 5 y 11; Art 10°. Determinantes del OT; Art. 12°.
Determinación y ubicación de zonas de alto riesgo; Art. 13° Componente Urbano; Art. 14° Componente rural; Art. 15°. Normas urbanísticas; Art. 16° Contenido Planes Básicos; Art. 35°. Suelo de protección; Art. 58°. Reubicación asentamientos; Art.
104°. Sanciones urbanísticas; Art. 121°.
Manejo de áreas de riesgo.
|
Decreto 93/98
|
Plan Nacional de
Prevención y Atención de Desastres
|
Ley 1523/2012
|
Política Nacional para la Gestión
del Riesgo y creación del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo. La política
obliga la incorporación de la gestión del riesgo en la planificación y
ordenamiento territorial en los tres niveles nacional, departamental y local.
|
2.
Descripción general de la problemática:
La Mojana se encuentra en el norte de
Colombia, sur del Caribe, hace parte de la depresión momposina. Limita al
oriente con el río Cauca, al occidente con el río San Jorge, al sur con la serranía
de Ayapel y al norte con el Brazo de Loba del río Magdalena. La componen 11
municipios: Achí, Ayapel, Caimito, Guaranda, Magangué, Majagual, Nechí, San
Benito de Abad, San Jacinto del Cauca, San Marcos y Sucre. Estos municipios hacen
parte de los departamentos de Antioquia, Bolívar, Córdoba y Sucre.
La región de La Mojana se considera
importante ambientalmente porque es un sistema complejo de humedales que regula
los caudales de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge. (DNP, 2003). Según
Mendoza (2003), este sistema de humedales se puede dividir en dos ecosistemas,
el lentico y el lotico, el primero se conforma por las aguas quietas o
estacionales (ciénagas y playones), y el segundo por las aguas en movimiento
(ríos y caños). De acuerdo con el DNP (2003), gran parte del norte de la región
permanece inundada por más de seis meses al año, y una parte del sur tiene
zonas con una temporalidad de inundación menor a seis meses. Según esta
información, el 10,3 % del territorio de La Mojana está libre de inundaciones.
Orlando Fals Borda (1980) planteó que gracias a las dinámicas naturales de
inundación se configuró en la depresión momposina una cultura anfibia
desde la época pre-colombina, la cual ha garantizado la permanencia de las
comunidades en el territorio. La cultura anfibia hace referencia a las
capacidades de adaptación cultural de la población ribereña frente a las
dinámicas naturales de los ríos, caños, playones y ciénagas:
“complejo de conductas, creencias y prácticas
relacionadas con el manejo del ambiente natural, la tecnologías (fuerzas
productivas) y las normas de producción agropecuaria, de la pesca y de la caza
que prevalecen en las comunidades de reproducción de la depresión momposina” (Fals, 1980, p. 21)
Fuente: IGAC
A pesar de lo anterior, la emergencia
invernal 2010-2011 ocasionada por el Fenómeno de La Niña pone en entredicho la
permanencia de este sistema cultural de adaptación al territorio. Las cifras de
damnificados por las inundaciones en los once municipios alcanzó la cifra de
206.470 personas, esto significa que un 53,39% de la población se vio
damnificada, de acuerdo con la proyección del DANE para el 2010. Tal como se
muestra a continuación:
MUNICIPIO
|
Proyección
DANE 2010
|
DAMNIFICADOS
EMERGENCIA
INVERNAL
|
PORCENTAJE
DAMINFICADOS
|
Achí
|
21211
|
17695
|
83,42%
|
Ayapel
|
46525
|
12909
|
27,75%
|
Caimito
|
11537
|
6249
|
54,16%
|
Guaranda
|
16396
|
7455
|
45,47%
|
Magangué
|
122913
|
36863
|
29,99%
|
Majagual
|
32392
|
21535
|
66,48%
|
Nechí
|
23480
|
10120
|
43,10%
|
San
Benito de Abad
|
24134
|
15950
|
66,09%
|
San
Jacinto del Cauca
|
12075
|
8112
|
67,18%
|
San
Marcos
|
53720
|
15546
|
28,94%
|
Sucre
|
22369
|
22081
|
98,71%
|
TOTAL
|
386752
|
206470
|
53,39%
|
FUENTE: DANE 2011
Las
inundaciones son una amenaza cuando cambian sus patrones normales de comportamiento
debido al cambio climático. Pero sobretodo, son una amenaza porque la población
se ha tornado vulnerable en detrimento de la cultura anfibia. La vulnerabilidad
se origina por unas condiciones pre-existentes al desastre, las cuales llevan a
la perdida de las capacidades adaptativas al territorio. De manera muy
resumida, la vulnerabilidad en la región se ha configurado por razones como las
siguientes:
·
Economía de subsistencia: Es una región donde
predomina la economía de subsistencia, pues la mayoría de la población no tiene
empleos formales y sobrevive de cultivos pancoger, algunos frutales, la pesca y
la caza. Las actividades económicas más importantes son la producción
mecanizada de arroz y la ganadería. La primera es fuente de empleos durante la
época que dura el cultivo -120 días-, mientras que la segunda actividad, siendo
extensiva, no genera una cantidad significativa de empleo (Aguilera, 2004).
•
Degradación
acelerada de los ecosistemas por causa de la deforestación, la contaminación de
aguas por mercurio y plaguicidas, el mal manejo de residuos, conflictos por
usos del suelo, etc. Sumado a esto se tieneel cambio climático, los Fenómenos
de La Niña y El Niño.
•
Debilidad institucional, dificultades para el acceso a
la educación, mala prestación del servicio
de la salud, deficiencias en saneamiento básico.
•
Concentración de la tierra. Según Aguilera (2004) el
desarrollo de la actividad ganadera ocupa aproximadamente el 90% del territorio
de La Mojana
•
Conflicto Armado y desplazamiento forzado.
•
Incomunicación, deficiencia en transporte terrestre y
fluvial que desarticula la región internamente y con el resto del país.
En este contexto, vale la pena
cuestionarse el papel de la planificación frente a la gestión del riesgo de desastres,
y específicamente, la incidencia del ordenamiento territorial frente al
componente de prevención. Esto teniendo en cuenta que los municipios llevan más
de una década utilizando este instrumento de planificación, posterior a la
expedición de la ley 388 de 1997. Se
hace pertinente abordar las siguientes preguntas: ¿Cómo
los municipios de La Mojana incorporaron la gestión del riesgo de inundaciones
en el OT?¿El OT ha sido aprovechado eficazmente como un instrumento de
planificación para la gestión del riesgo, sí o no y por qué?
3.
Las inundaciones en el ordenamiento territorial de los
municipios de La Mojana
A continuación se presenta una
descripción municipio por municipio de los planes, planes básicos y esquemas de
ordenamiento territorial, teniendo en cuenta como incorporaron la gestión del
riesgo de inundaciones.
·
Achí, Bolívar:
El
EOT nunca fue aprobado por el concejo municipal, formalmente no se ha
desarrollado un ordenamiento territorial desde la aprobación de la ley 388 de
1997. Se formuló un plan que nunca fue ejecutado. En el documento, las
inundaciones son asumidas como un limitante para el desarrollo del municipio.
·
Ayapel, Córdoba:
El
diagnóstico del PBOT tiene una zonificación del riesgo, tanto para la zona
rural como urbana. La zonificación del
riesgo se hace con base en la identificación de la amenaza y una pobre evaluación de la
vulnerabilidad. En el componente rural del PBOT se recomienda explícitamente: Mejorar el sistema
técnico y estructural como están construidas las viviendas. Respetar los
cuerpos de agua evitando disponer residuos, desviar caños y/o desplazar la
frontera pecuaria. Instaurar algunas normas mínimas de seguridad para la
navegación. Combatir especies parásitas como la tarulla. Mejorar sus niveles y
medios de comunicación con el centro urbano principal. Capacitarse y dotarse
para atender una eventual situación de calamidad.
Sin
embargo, los proyectos relacionados directamente con el riesgo de inundaciones no superan el monto
de 200 millones de pesos y consisten en la realización de estudios.
·
Caimito, Sucre:
El EOT
tiene una zonificación de riesgos para el municipio y la cabecera urbana, para
lo cual formula un plan de acción y unos proyectos que consisten en:
construcción y mantenimiento de jarillones, taludes y terraplenes;
capacitaciones, estudios, adquisición de máquina de bomberos, reactivación
CLOPAD. El monto total que fue presupuestado en aquel entonces para la
ejecución de estos proyectos era de 2626 millones de pesos para el periodo
2001-2009.
·
Guaranda, Sucre:
Aunque
tiene una zonificación de amenazas, y
reitera que los usos del suelo están condicionados por las inundaciones, no
destina proyectos para gestionar el riesgo que produce el fenómeno como tal. Se
limita a destinar presupuesto para la construcción de muros de contención.
·
Magangué, Bolívar:
Tiene una
zonificación de amenazas. En cuanto a los programas y proyectos, se
identificó el programa “Reubicación de centros poblados y barrios en
situaciones de amenaza” presupuestado por un total de 26.060 millones de pesos. Asimismo, se
identificaron tres proyectos en diferentes líneas estratégicas: Prevención de situaciones de amenaza (540 millones de
pesos), Creación Cuerpo Anfibio de Bomberos (450 millones de pesos), y
Prevención y atención de desastres (4500 millones de pesos).
·
Majagual, Sucre:
La
zonificación de las amenazas no está determinada claramente. En el componente
urbano a corto plazo se tiene un proyecto titulado “Elaboración del Plan de Atención y
Prevención de Desastres Municipal” presupuestado por un monto de 42 millones de
pesos. De acuerdo con la información, las
zonas de altos riesgo por inundación son los corregimientos de Tomala,
Totumal, Palmarito, Piza, León Blanco, Zapata, Los Patos, El Coco, Alemania,
Santa Rita.
Y los caseríos deCorredor, Aguacate, La Redonda, Cucharal, Corneliano, Tosnovan,
Iracal, El Limón, Los Almendros, Boca del Canal, El Paraíso, El Palmar (río
Cauca).
· Nechí,
Antioquia:
El EOT
contiene un inventario de desastres e identifica las zonas en riesgo. No
obstante, no se tiene información
cartográfica al respecto. El EOT no formuló proyectos relacionados con la
inundación.
El EOT destinó 645 millones para la construcción de
obras de defensa, 500 millones para el mantenimiento de terraplenes, 465
millones para la adquisición de una máquina y dotación de equipos para bomberos,
27 millones para reactivación del CLOPAD,
50 millones para la realización de seminarios y talleres, 175 millones para subsidios a
damnificados, y 290 millones para
adquisición de elementos para la prevención y atención de desastres.
·
San Jacinto del Cauca, Bolívar:
La incorporación de la gestión del riesgo en
el EOT se dio mediante proyectos de construcción de obras de protección,
adquisición y dotación de máquinas para bomberos, reubicación de vivienda en
alto riesgo, elementos para la prevención de desastres, seminarios y talleres,
reactivación del CLOPAD y atención a damnificados. El monto total del
presupuesto de los proyectos asciende a 2794 millones de pesos.
·
San Marcos, Sucre:
El PBOT
contiene una zonificación de amenazas para la cabecera municipal. Formula un programa de reubicación de
viviendas en riesgo (1200 millones de pesos) y otro de consolidación de áreas
de manejo de riesgos (1000 millones), y un proyecto de cuerpo de bomberos (500
millones de pesos)
- Sucre, Sucre:
El EOT
tiene una zonificación de las amenazas, tanto en la cabecera como en todo el
municipio. Asimismo, formula un plan de acción para la prevención y atención a
desastres. En el programa de prevención y atención a desastres, los proyectos
relacionados con la construcción o mantenimiento de obras para la protección
suman un monto de 1377 millones de pesos,
adquisición de máquina de bomberos y dotación del cuerpo 558 millones de
pesos, reactivación del CLOPAD 13
millones, talleres y seminarios 55
millones, atención a damnificados 213 millones y 280 millones para la
adquisición de elementos para la prevención.
3. Conclusión
Los municipios incorporaron la gestión del riesgo de desastres con un
enfoque que privilegia la mitigación estructural, es decir, la construcción de
obras para la protección contra inundaciones como muros de contención,
terraplenes, jarillones, etc. Esto se debe a que el riesgo es asimilado como
amenaza, por lo que todo esfuerzo debe estar dirigido hacia el fenómeno
natural, más no a la exposición, vulnerabilidad o generación de capacidades
locales.
Igualmente, los municipios asumen como un limitante para el desarrollo las
inundaciones, cuando ellas hacen parte de las dinámicas naturales del
territorio. Como se puede observar con las zonificaciones cartográficas, éstas
en ningún momento incluyen la vulnerabilidad. También los municipios planifican
sin tener un criterio de región. La mayoría de planes, sus estrategias,
programas y proyectos se formulan aisladamente, sin tener en cuenta las
dinámicas ecosistemitas de las inundaciones. La planificación es fragmentaria,
condicionada por las fronteras administrativas de los municipios.
A su vez,
la incorporación del ordenamiento territorial parece ser un ejercicio exclusivo
de expertos de la planificación, no incorpora en ningún momento las estrategias
adaptativas de las comunidades para poblar el territorio de acuerdo con las
dinámicas de las inundaciones. Por lo general, el OT expresa la visión de
consultores que consideran las inundaciones como un problema para el
desarrollo.
En este sentido, se
responde a la pregunta: ¿El OT ha sido
aprovechado eficazmente como un instrumento de planificación para la gestión
del riesgo, sí o no y por qué? No, la razón se encuentra en que la institucionalidad
es débil, por lo cual el ordenamiento carece de eficacia. Además los recursos
son limitados para la ejecución de los proyectos. La debilidad institucional se evidencia aún
más en la baja capacidad técnica para una gestión del riesgo de inundaciones,
ejemplo de lo dicho es la cartografía, la cual no representa con claridad la
información sobre las amenazas y la vulnerabilidad. Otro ejemplo es la
dificultad que se plantea para la evaluación del ordenamiento, pues como
hacerlo cuando los proyectos formulados ni siquiera tienen indicadores que
permitan un seguimiento.
Finalmente,
queda por esperar que el nuevo marco de la gestión del riesgo de desastres, Ley
1523 de 2012, introduzca cambios en la gestión del riesgo mediante la
obligación de formular planes de riesgo. No obstante, la Ley no cuestiona la
debilidad institucionalidad del Estado en las entidades territoriales, las
cuales deben asumir la carga presupuestaria de la gestión sin los recursos para
su financiación.
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