domingo, 8 de noviembre de 2015

COLCIENCIAS, LAS CIENCIAS SOCIALES Y LAS HUMANIDADES. Varios Textos


Lunes, 02 Noviembre 2015 03:51
Colciencias: de espaldas a las ciencias sociales
La construcción del país y de la paz necesita de profesionales capaces de reconstituir nuestro tejido social. Pero Colciencias piensa que lo “rentable” es apoyar proyectos en ciencias “duras” aun en desmedro de las ciencias sociales. 
María Victoria Uribe* - Eduardo Restrepo**

Retórica y realidad

Alejandro Olaya, subdirector del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (COLCIENCIAS) afirmó en un escrito reciente que esta institución “va a tener un papel protagónico como entidad que orienta el propósito científico, tecnológico y de innovación de Colombia, en una era de postconflicto y paz para el país. Será una nueva era en la que podemos proveer todas esas soluciones a las desigualdades y los desafíos que implica reconvertir el país hacia una economía y una sociedad que funcione en paz”.

Pero semejante aseveración contradice las últimas disposiciones de COLCIENCIAS, que en efecto marginan a las ciencias sociales a la hora de asignar los recursos. Refiriéndose a estas disposiciones, el propio Olaya declaró que “sí existe una política y no es velada, es explícita. Está en los criterios de evaluación de la convocatoria 727. Ahí declaramos que el 70 % de las becas irían para ciencias básicas e ingenierías y 30 % para otras disciplinas”.

Para justificar tan arbitraria disposición, el subdirector dice más adelante que “lo único que buscamos en Colciencias es que los recursos públicos se entreguen a los programas de mejor desempeño”.

Saberes que sí producen
Esta política desconoce los aportes que las ciencias sociales le han hecho a un país convulsionado y en crisis permanente, y con un desarrollo social desigual y accidentado. Ante los hechos cabe preguntarse si serán entonces los físicos, los ingenieros o los químicos quienes se encargarán de analizar y hacer recomendaciones acerca de los cambios que se le vienen encima a Colombia con la firma – no ya apenas de los tratados de libre comercio- sino de los acuerdos en La Habana, con la creación de la comisión de la verdad  o con el sistema de justicia especial.

Arturo Escobar, respetado antropólogo vinculado a la Universidad de Carolina del Norte, considera que “Colombia, como tantos otros países del planeta, enfrenta un conjunto de situaciones muy dramáticas. Estos problemas, mucho más que problemas científicos y técnicos, son problemas sociales, culturales, y del imaginario de país y sociedad que queremos. Sería por demás ingenuo pensar que solo los llamados ‘expertos’ de las ciencias duras y económicas tienen la respuesta a las inusitadas preguntas y situaciones del posacuerdo”.

Pero esta situación de Colombia, que resulta evidente para los científicos sociales, es desconocida por los altos funcionarios para quienes resulta “más rentable trabajar en energías alternativas que en mecanismos de diálogo en una vereda de un municipio recóndito”, como dice Carolina Rivera, investigadora del Observatorio de Ciencia y Tecnología.